Ricardo Montaner ha vuelto a la ciudad que lo hizo sentirse un artista consumado en 1992, cuando cantó en el Madison Square Garden, y donde se gestó la idea del libro con el que espera convencer a los no creyentes de la existencia de Dios: Lo que no digo cantando.

El cantautor argentino-venezolano se encontraba en Nueva York para autografiar ejemplares de su primer libro, en el que dijo aborda temas como la mentira, el perdón y el exceso de equipaje a través de distintas vivencias personales cuyas enseñanzas llevan a una misma conclusión: 'Dios está en el medio'.

'No es una novela ni es una autobiografía', acotó el también activista. 'Es un libro testimonial donde hablo de mis experiencias ... (y) creo que a través de los testimonios que doy puede convertirse en un libro inspiracional, pero no es un libro de autoayuda'.

El texto comienza con un capítulo titulado La cima del cielo, en referencia al tema que popularizó a principios de los 90, cuando apenas tres años después de tocar en bares de la Maracaibo donde creció se lo anunciaba en el máximo recinto musical de la Gran Manzana. Una periodista le preguntó momentos antes de salir al escenario si se sentía así, como dice la canción.

'Después de eso me han preguntado muchas veces si he llegado a la cima del cielo o si estoy en la cima del cielo, pero hasta ese instante la cima del cielo era demasiado nueva ... Nadie me había preguntado', relató Montaner, un músico autodidacta que no tuvo en ese momento una respuesta para aquella mujer de la que no volvió a saber, y quien entonces le dijo que cuando la tuviera escribiera un libro. Y precisamente eso hizo.

'Se me quedó grabada esa pregunta', expresó el intérprete de éxitos como 'Yo que te amé', 'Tan enamorados' y 'Será', radicado desde hace unos años en Miami. 'El libro comienza en que 18 años más tarde yo me estoy acordando de eso'.

Lo que llevó a Montaner a escribir un libro fue 'una necesidad de completar lo que hago como autor de canciones', dijo con su característico hablar rápido mientras sorbía un trago de su té en un restaurante de Manhattan.

'Yo quería desarrollar ideas que no puedo desarrollar en una canción porque desgraciadamente entre dos estrofas y un estribillo es muy difícil poder expresar o completar una historia'.

Escribir el libro le tomó tres meses y la respuesta que ha recibido de algunos lectores lo ha conmovido.

'Leí una carta de alguien que dijo ... 'Yo estaba peleado con Dios y gracias al libro me reconcilié de tal manera que no puedo parar de expresar esta emoción que siento de regresar a este romance espectacular con Dios'. Y gente que ha vuelto a la Iglesia después de haberse alejado'.

'Yo he tratado de hacer un libro totalmente despegado de religión alguna. Yo creo en Dios y yo creo en Jesucristo, no me animo a aconsejarle a nadie ningún tipo de religión porque las religiones las inventamos nosotros los hombres', añadió.

'A quién va dirigido ¿Lo que no digo cantando?

'A los no creyentes ... Es una especie de invitación medio 'underground` a creer en Dios. Y a aprender a soñar'

Fuente: El Universal

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