Son las 9:00 de la mañana en Miraflores. Todo parece transcurrir de manera normal: lo carros y omnibus transitando raudamente, decenas de personas caminando por la concurrida Av. Larco, viendo a todos lados, sin embargo, imperturbables dirigiendose a su destino. Es entonces cuando esa calma habitual se rompe. Una llamada, un vigilante y una amenaza de bomba en el edificio de la agencia bancaria Scotiabank, en pleno corazon de Miraflores, que origina que en menos de 10 minutos se evacue a todo trabajador, transeunte, visitante o curioso que se encuentre entre las cuadras 4 y 6 de la Av. Larco y se desvie a los vehiculos por rutas alternas. Al parecer, tardaran un poco mas en trafico. Resulta obvio que recibiendo una amenaza de este tipo en Larco, cerca a la calle Tarata, regresen a nuestra mente recuerdos, o relatos para quienes fuimos infantes en esa epoca, de un hecho que hace casi 20 años enluto a la ciudad de Lima: 2 coches bombas de Sendero Luminoso ubicados en la zona mas comercial de Miraflores que dejaron como saldo 25 muertos y aproximadamente unas 200 personas heridas. La gente comenta lo ocurrido, angustiada. El temor acecha. Efectivos de la policia, entre ellos la Unidad de Desactivacion de Explosivos (UDEX), que por estos dias han tenido un ligero incremento en su rutina de trabajo, se hacen presentes en el lugar, ya desierto. Ingresan al recinto. La revision es minuciosa, registran el edificio de arriba abajo durante un tiempo prolongado en el que la ciudad se detiene y se mantiene atenta a cualquier resultado. Finalmente, los agentes regresan la calma a la ciudad tras varios minutos de tension: Anuncian que todo fue una falsa alarma. Ningun explosivo, ni indicio de el dentro del edificio o en los alrededores hace que el dia poco a poco vuelve a su estado original. Ya es casi el mediodia, la gente comenta lo ocurrido, esta vez, mas calmada y sosegada. Marcia Benavente/NetJoven