Un hombre oriundo del sur de [tag]China[tag], come clavos de fierro de entre tres y cinco centimetros desde hace 32 años.

Long Yunsheng desarrollo este habito de ingerir los clavos cuando era un adolescente, segun el relata que a los 17 años vio a otro sujeto comerse un clavoy desde entonces aprendio el truco para no herirse el estomago.

A pesar de ser capaz de tragar cristal, ceramica y azulejos para su programa semanal, Long se encuentra en buen estado de salud.

Leyla Rodriguez / NetJoven

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