Una pequeña mangosta se salvo de una muerte asegurada al enfrentarse a cuatro leonas que lo acechaban para ser su bocadillo de mediodia.

Al verse amenazada por las fieras, la mangosta comienza a gruñir para amedrentar a sus depredadoras. Estas no se animan a colocar una pata en su presa y retroceden con cada chillido.

La tactica de la mangosta funciona, pues al tener campo libre consigue escapar y asi evitar ser devorada por las leonas hambientas.

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