Un hombre en Rumania decidio ignorar la advertencia de un tobogan clausurado y subir igualmente hasta lo alto para dejarse llevar por la velocidad de su pendiente.

El sujeto escalo el tobogan por el lado de la resbaladilla, ya que no habia otra manera de subir. Pero en el momento de deslizarse, entendio por las malas por que habian clausurado la atraccion.

Como se ve, el hombre da brincos y hasta una voltereta por la irregularidad de la superficie del tobogan. Puede decirse que tiene mucha suerte de que no le haya ocurrido algo muy grave o letal.

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