El amor es una de las dimensiones humanas que más interés han generado a lo largo de los siglos, inspirando todo tipo de investigaciones y propuestas explicativas tanto en las artes como en las ciencias. No es para menos, ya que puede llegar a ser una de las principales fuentes de motivación y de significado para nuestras vidas.

1. Solo era enamoramiento

Aunque parezca extraño, el amor y el enamoramiento no son lo mismo. El segundo es un fenómeno mucho más puntual, de corta duración, que no suele durar más de unos pocos meses , entre cuatro y seis, mientras que el amor se prolonga mucho más tiempo.

La diferencia fundamental entre ambos es que el enamoramiento se basa en una cierta tensión basada en la incertidumbre sobre lo que pasará con la otra persona y, en general, el desconocimiento sobre cómo es. A la práctica, eso significa que la idealizamos.

2. La monotonía

El amor conlleva siempre sacrificios significativos, como tener menos tiempo para uno mismo, invertir en gastos comunes, o exponerse más a situaciones de conflicto.

Este desgaste, que es garantizado, puede llegar a combinarse con una sensación de monotonía que, en el caso de la vida en pareja, se nota más, porque al vivir con otra persona hay menos excusas para estar experimentando cada día lo mismo, los mismos hábitos, las mismas rutinas. Debería ser un estilo de vida en el que surjan las oportunidades de hacer nuevas cosas juntos, pero esto no siempre ocurre, y eso frustra mucho.

3. Los problemas comunicativos

La convivencia con la pareja hace que sea muy fácil convertir los problemas de comunicación en graves problemas que terminan cronificándose. Si se generan malentendidos importantes y estos no son gestionados de la manera correcta, se puede estar alimentando un estado de sospecha y de paranoia que va totalmente en contra de la lógica de lo que debe ser una relación afectiva fluida y funcional.

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